Antes de comenzar a utilizar un masturbador anal masculino es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones.
El primer paso es siempre añadir una dosis de lubricante. Los orificios anales imitan el diámetro de un ano real, por tanto es imprescindible aplicar un lubricante adecuado, que facilite la penetración. En caso de no añadir lubricante es posible que el roce provoque molestias, incluso una sensación dolorosa. En referencia al lubricante, es recomendable optar por un producto de base acuosa, que no solo nos permita aumentar la sensación de placer, sino que además proteja la composición del masturbador.
Una vez añadido el lubricante, es recomendable comenzar una penetración progresiva. El propio peso de estos accesorios evita que se muevan durante la penetración.
Finalmente es importante llevar a cabo un correcto lavado. Será suficiente con higienizar la zona con agua tibia y limpiador de juguetes específicos. La razón por la que es importante utilizar limpiadores específicos es que no solo vamos a limpiar y desinfectar la superficie, además vamos a respetar su composición, alargando el tiempo de uso de este tipo de juguetes.
Antes de guardar de nuevo el masturbador anal masculino es importante asegurarse de que está completamente seco, limpio y preparado para su próximo uso.
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