Actualmente, en relación con los juguetes sexuales femeninos, existe un líder indiscutible. el succionador de clítoris. Los succionadores generan una serie de ondas vibratorias que permiten estimular el clítoris sin que sea necesario un contacto directo. El objetivo es aumentar la circulación en esta zona, multiplicando las sensaciones.
Desde el momento en el que enciendes este accesorio vas a percibir una sensación de placer diferente, poco a poco puedes aumentar su potencia, para adaptar su vibración a la intensidad que deseas experimentar.
Las balas vibradoras también centran la estimulación en la zona del clítoris, sin embargo, en este caso se genera un contacto directo. La velocidad de las balas vibradoras también es regulable, y como en el caso de los succionadores, no es necesario generar un movimiento de penetración para llegar al orgasmo.
En el caso de los vibradores tradicionales, suelen estar preparados tanto para producir una vibración en las zonas erógenas de la vulva, como para producir una penetración placentera. Muchos de estos vibradores disponen de texturas para aumentar el placer.
Otros juguetes nos permiten llegar al punto G, debido a su forma y a su tamaño. El conocido como punto G es también una de las zonas erógenas de nuestro cuerpo, mediante diferentes masturbadores femeninos podemos llegar a contactar directamente con esta zona de nuestra anatomía, consiguiendo orgasmos mucho más intensos.